Primera vez que recomiendo una lectura en mi blog, pero es que no me pude resistir. Les prometo que no soltarán el libro hasta haberlo terminado. Bueno, no uno solo, sino varios porque…
Leer la trilogía, «Caballo de Fuego», de la reconocida escritora argentina, Florencia Bonelli, es vivir en un mundo repleto de suspenso y adrenalina, que gira alrededor de un amor que cruza fronteras, donde sus corazones latirán más rápido de lo habitual a medida que vayan pasando las páginas. Una historia cautivadora que los llevará por diversos continentes y mantendrá bajo su encanto mágico, párrafo tras párrafo.
Pero empecemos por el principio con la apasionante lectura de «Lo Que Dicen Tus Ojos». Sin esta novela romántica no existiría la saga de «Caballo de Fuego» ya que de sus dos personajes principales, Francesca de Gecco y Kamal Al-Saud, se desprenden los protagonistas de la saga, «Caballo de Fuego: París», «Caballo de Fuego: Congo» y «Caballo de Fuego: Gaza».
Esta trama se desarrolla entre Argentina, Suiza y Arabia Saudita cuando de Gecco, luego de un desengaño amoroso, acepta una posición en la embajada de su país natal en Ginebra, cruzando caminos con Kamal Al-Saud, magnate petrolero y miembro de la familia real saudí, quien embelesado con su belleza e inteligencia, la llevará por una aventura arábiga de deslumbrantes lujos, pero también, de inesperados peligros.
Décadas después, en el primer libro de la saga, «Caballo de Fuego: París», un vuelo a París es el responsable de otra historia de amor intoxicante. Esta vez entre Matilde Martínez, una cirujana pediátrica con una vocación profesional inquebrantable e hija del causante de aquel desengaño amoroso, y Eliah Al-Saud, tercer hijo de Francesca de Gecco y Kamal Al-Saud, un joven guapo, introspectivo y rebelde, quien lidera una de las más poderosas empresas de seguridad y espionaje a nivel mundial. Al igual que su padre, Eliah se deslumbra con la beldad argentina de largos bucles rubios, piel de porcelana y apariencia angelical con quien comienza un intenso romance en la ciudad luz.
Sin embargo, en «Caballo de Fuego: Congo», el sueño de Matilde de curar a los más necesitados la lleva a la región de las Kivu, en la República Democrática del Congo, una turbulenta zona colmada por guerras, masacres, conflictos, pobreza e intereses internacionales por las minas de coltán (un mineral compuesto por la unión de los metales Columbita y Tantalita, indispensable en la fabricación de los dispositivos electrónicos), donde Eliah es contratado para velar por la seguridad de una de ellas. Su idilio será sometido a prueba no solo por la gran desconfianza que crece rápidamente entre ellos debido a sus propias inseguridades y egos inflados, sino también por las violentas circunstancias y giros sorpresivos que envuelven tanto a su entorno como a sus respectivas profesiones e ideales.
La saga culmina con «Caballo de Fuego: Gaza». Eliah y Matilde se encuentran distanciados. Matilde se vuelca de lleno a su labor humanitaria con la organización Manos que Curan, la cual la lleva a un hospital de la Franja de Gaza, mientras que Eliah debe irse a Irak para impedir que el plan de Sadam Hussein de convertir a su país en una potencia nuclear, se materialice. El final se los dejo a su imaginación.
En definitiva, esta trilogía de Bonelli, no solo debe ser leída, sino también, saboreada.