Se podría decir que la fotografía es uno de los lenguajes que más nos llega al corazón. Con ella reímos, lloramos, recordamos, descubrimos… En fin, nos hace evocar sentimientos que nos llegan al alma. Y, si bien es cierto que todas son válidas, una foto bien tomada, es una expresión de arte sublime. Esto es precisamente lo que Ana María Pareja de Royo o Ani, como le digo de cariño, se ha propuesto. Elevarla a lo sublime.
Ana María trabajando en lo que le apasiona. |
Ingeniera química, casada y madre de Miguel, 17, y Natalia, 21, esta colombiana, radicada en Panamá desde hace ocho años, comenzó desde cero, tomando fotos tal como muchos de nosotros lo hacemos usualmente, solo con el fin de recordar momentos: como los viajes que realizaba, las fiestas que hacía, la familia, los amigos y el nacimiento de sus hijos.
Sin embargo, su interés por el lente fue creciendo con el tiempo y sin darse cuenta de su gran sensibilidad pasó de tomar fotos al garete, a realizar hermosas fotografías que hoy son admiradas por muchos, incluyéndome.
“Hace como 15 años compré una cámara que tenía funciones manuales y con esa empecé a aprender sobre el arte de la fotografía. Podría decir que en ese momento empecé a tomar fotos que ya no eran personales… Tomaba en los viajes como si las fueran a publicar en una revista de viajes o en una propagada, tomaba fotos de flores, pájaros, animales, objetos, imaginándome que iba a hacer un libro con todas ellas…”, recuerda.
Un colorido pavo real tomado por Ana María en el Aviario de Cartagena, Colombia en 2016. |
Años más tarde, una amiga admiradora de sus instantáneas la animó a compartir sus fotos en las redes sociales y Ana María decidió lanzarse al agua, abriendo cuentas en Instagram y Facebook. “Al principio muchos pensaban que mis fotos de los viajes eran fotos que yo le tomaba a las postales, eso me daba risa, pero al mismo tiempo me daba un poquito de orgullo, porque significaba que eran buenas.
Un día puse una foto de un eclipse en Facebook y un amigo la copió y la puso en su página sin ponerme crédito y ni siquiera ponerle like en mi post… Ese día empecé a ponerles watermark (logo o firma que se le pone a las imágenes) a todas mis fotos en las redes sociales, pero también ese día me di cuenta que él pensó que yo había copiado esa foto de algún otro sitio”, cuenta con una sonrisa.
Atardecer de ensueño captado por el lente de Ana María en su viaje a Santorini, Grecia en 2014. |
Poco a poco, Ana María fue sintiéndose más segura de su arte, tímidamente compartiendo su talento y sensibilidad, hasta arriesgarse a venderlas en diversas páginas de bancos de fotos como Getty Images, Shutterstock y AdobeStock.
Formar parte de estas reconocidas agencias fotográficas no fue fácil ya que para ser aceptada como contribuidora debió mandar primero unas imágenes de prueba, a las que le fueron analizadas su calidad y técnica. Sin embargo, ¡pasó en las tres agencias con éxito!
Pero pese haber aprobado, las pruebas no han cesado nunca y es entendible. Cada vez que sube un grupo de fotos, revisan una por una con respecto a su calidad, autorizaciones de modelo o propiedad.
“Por lo general las fotos que subo no tienen personas reconocibles para no necesitar autorizaciones. En esas páginas, los que compran son generalmente agencias de publicidad o gente que necesita muchas fotos para proyectos como blogs, webpages, presentaciones que compran suscripciones mensuales o anuales de paquetes de fotos y le pagan a uno una comisión por cada foto que compren”, explica.
Ana María aprovecha sus viajes para tomar las más hermosas imágenes como la Mezquita Hassan II en Casablanca, Marruecos. |
La práctica hace al maestro
Pero, ¿cómo pasó de tomar simples fotos a manejar una cámara de manera profesional? “Cuando compré la cámara con funciones manuales un primo me dijo que en YouTube había muchísimos tutoriales para aprender fotografía, así que empecé por ahí. Veía videos y ensayaba lo que veía con mi cámara. Como buena ingeniera, leí el manual de la cámara para aprender qué hacía cada botón y cada función de la cámara.
No obstante, Ana María quería sumergirse más en el mundo de las imágenes y para esto, tomó un curso de fotografía con el objetivo de tener contacto con otras personas que compartieran el mismo interés y así recibir retroalimentación.
Además, por recomendación de una amiga, realizó un curso gratuito de fotografía en línea dictado por la universidad de Harvard en donde profundizó sus conocimientos sobre las teorías de la luz y el color, y del proceso en sí de la fotografía.
Tiempo después se inscribió en uno de iluminación con un fotógrafo aquí en Panamá para aprender a usar varios flashes al mismo tiempo, aunque confiesa que como más se aprende es con la práctica, ensayando distintas técnicas, ángulos, mirando fotos de otros fotógrafos y tratando de adivinar cómo las tomó.
Durante su recorrido por Alaska en julio de 2015. |
Al preguntarle qué cualidades debe tener un fotógrafo para captar una buena imagen, me responde sin vacilar: “¡Paciencia…definitivamente hay que tener paciencia! Por ejemplo, para tomar una foto en un sitio público, hay que esperar a que pase esa persona o el carro que se ve en el fondo, o que se mueva el carro, o si estás tomando una foto de un animal, toca esperar a que haga el gesto o que se ponga en la posición que uno quiere. Hay que moverse y ensayar varios puntos de vista buscando el que favorezca más al sujeto y al mensaje que queremos comunicar con la foto”, explica.
De esto soy testigo fiel. Recuerdo un viaje que hicimos juntas a Alaska. Estábamos en un pequeño bote en el que fuimos a hacer avistamiento de ballenas. Hacía mucho frío y estaba lloviendo. Yo no pude con la adversidad del clima que nos agobiaba y me refugié bajo techo, pero ella esperó y esperó tranquilamente bajo la lluvia hasta que logró captar la imagen perfecta de una ballena saltando en el aire. “La paciencia vence lo que la dicha no alcanza”, pensé.
Así como en Alaska, en Contadora también tuvo la oportunidad de captar la imagen de una ballena saliendo del agua. |
Asimismo, Ana María considera que un fotógrafo debe ser un buen observador, ya que debe estar pendiente del movimiento, de la luz y anticipar el momento en que hay que tomar la foto.
Una imagen, más que mil palabras
Su pasión por este arte y la habilidad de despertar emociones a través de las imágenes, no solo la ha llenado de gran satisfacción, sino que como cereza en el pastel, también le ha traído reconocimientos, como cuando ganó el primer puesto en 2018 en el concurso de fotografía convocado por la fundación Voluntarios de Panamá.
Recibiendo el premio por parte de la fundación Voluntarios de Panamá. |
“La foto tenía que mostrar alguno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Yo le ayudo a la fundación Marea Verde y por esos días habíamos tomado unas fotos de los señores que recogen la basura en el manglar de Costa del Este y las encargadas de la fundación me propusieron que mandara una de esas fotos en donde se veía toda la basura que tenemos, la que cuando normalmente vemos en imágenes, creemos que se encuentra en algún sitio remoto, pero no al frente de nuestras casas.
Mandé una foto en la que se ve a un señor de la fundación Jesús Luz de Oportunidades en medio de la playa del manglar de Costa del Este totalmente cubierta en basura”, anota.
Foto que la hizo ganadora del primer puesto en la competencia convocada por la fundación Voluntarios de Panamá. |
Por otro lado, fue contratada para realizar las fotografías del catálogo y la página web de la marca parisina de velas y objetos de diseño en mármol para velas, oOumm. “Esta era la primera vez que tomaba fotos específicas de producto y me pareció súper interesante”, afirma.
Say cheese…
Siempre pendiente de todo lo relacionado con la fotografía y con la sed de ser cada vez mejor en ella, Ana María compra libros de fotografía en los sitios a donde viaja para analizar los ángulos, las técnicas, los contrastes de luz y sombra de cada foto. “Ahora que ya entiendo su proceso, me gusta experimentar y “jugar” con la cámara y así aprender nuevas técnicas…”.
Siempre pendiente de todo lo relacionado con la fotografía y con la sed de ser cada vez mejor en ella, Ana María compra libros de fotografía en los sitios a donde viaja para analizar los ángulos, las técnicas, los contrastes de luz y sombra de cada foto. “Ahora que ya entiendo su proceso, me gusta experimentar y “jugar” con la cámara y así aprender nuevas técnicas…”.
Sobra decir que su Sony Alpha 77II es su fiel compañera y aunque en general le gusta tomarle foto a todo, lo que menos disfruta es fotografiar personas. “La gente se asusta cuando está frente a una cámara y yo soy tímida y me da pena estarles diciendo cómo moverse o a donde mirar…
El colorido y estilo de la «palenquera» fueron inmortalizados por la cámara de Ana María. |
Pero en realidad me gusta tomarle fotos a todo lo que me parece bonito. Cuando estoy de viaje, le quiero tomar fotos a todo lo que veo. También me gusta tomarle fotos a las flores y a los animales. Cuando estoy en casa, me encanta hacer experimentos de macro, con agua, con luz y desarrollar ideas que veo en videos de internet para hacer fotografías abstractas”, comenta.
A Ana María le encanta fotografiar las flores, como este girasol en macro. |
Además, tiene a un admirador 24/7, su esposo Miguel, quien le acolita y la anima con la fotografía, buscándole ángulos para que ella tome fotos, hasta el punto de parar en la carretera mientras viajan y esperar con paciencia cada vez que ella desea captar algún paisaje.
Hermoso paisaje en Puerto Vallarta, México tomado en 2017. |
Las bellas imágenes de esta fotógrafa no solo nos cuentan su historia, sino que también nos hablan un poco de quién es el alma detrás del lente que las tomó. En este caso, el de Ana María Pareja de Royo.
⇨ Algunos tips de Ana María para captar una buena imagen⇦
Las cámaras ahora son todas súper inteligentes y calculan los parámetros para que la exposición sea la correcta, por eso es que pienso que lo más importante es la luz y la composición, porque lo otro lo puede hacer la cámara automáticamente si uno quiere.
1. Primero hay que mirar en qué dirección viene la luz, cómo esta iluminado el objeto o la persona a la que estamos fotografiando. Tener en cuenta las sombras que se puedan estar creando y si ayudan o si por el contrario, dañan la foto.
2. Además de la luz, yo creo que lo que hace que una foto sea mejor que otra, es la composición, la manera en que están arreglados los diferentes objetos o personas en la imagen, el ángulo del que se toma la foto, qué tan cerca o qué tan lejos del sujeto, esto le da más o menos importancia a cierto objeto y así identifica el mensaje que queremos transmitir en esa imagen.
Fotos: Cortesía de Ana María Pareja de Royo
Website: http://anamariapareja.com
Instagram: anaparejaphotography
Excelente articulo! Lo llena a uno de emociones y le provoca aprender fotografia.
Me encanto el artículo! Entendí a la artista perfectamente y su búsqueda constante por su arte??